Reflexología
La reflexología es la aplicación de presión a las zonas de los pies, manos, cara y orejas de manera generalmente relajante y puede ser una manera eficaz para aliviar el estrés así como dolores en distintas partes del cuerpo. Es una técnica curativa.
La teoría detrás de la reflexología es que las distintas zonas de los pies, manos, etc., corresponden a los órganos y sistemas del cuerpo. Los defensores creen que si se aplica a estas zonas la presión adecuada, se afecta directamente a los órganos y se obtienen beneficios para la salud de la persona.
La reflexología utiliza mapas de los pies, manos y otras zonas para guiar los movimientos con los que se aplica presión en las áreas específicas. A veces, los profesionales utilizan objetos como pelotas de goma, bandas de goma o palos de madera, para ayudarse en su trabajo. Los profesionales de la reflexología son quiroprácticos, fisioterapeutas y terapeutas de masaje, entre otros.
Existe la teoría subyacente a la reflexología que dice que hay zonas de reflejo en los pies y las manos que corresponden a determinados órganos, glándulas y otras partes del cuerpo. Por ejemplo:
Las puntas de los dedos de los pies reflejan la cabeza.
El corazón y el pecho son alrededor de la bola del pie.
El hígado, el páncreas y el riñón están en el arco del pie.
La parte baja de la espalda y los intestinos son hacia el talón.
Varios estudios de la salud indican que la reflexología puede reducir el dolor y los síntomas psicológicos, como la ansiedad y la depresión, y aumentar la relajación y el sueño. Los estudios también demuestran que la reflexología puede tener beneficios en el cuidado paliativo de las personas con cáncer.
Reflexólogos afirman que la reflexología también puede tratar una amplia variedad de condiciones médicas, tales como el asma, la diabetes y el cáncer. Sin embargo, aún no hay evidencias científicas que apoyen estas afirmaciones.
La reflexología es considerada segura generalmente, a pesar de que la presión muy fuerte puede causar molestias a algunas personas. Lo cierto es que no es más que un masaje de presión que se aplica a distintas partes del cuerpo por lo que, por lo general, no debería causar problemas.
La mayoría de las personas encuentran la reflexología en su mayor parte, relajante. La reflexología no debe ser dolorosa, si siente molestias, asegúrate de decirlo al reflexólogo. Él o ella debe trabajar dentro de tu zona de confort. Algunas áreas pueden estar sensibles o adoloridas, y el reflexólogo puede pasar más tiempo en estos puntos. El dolor debe disminuir con la presión.
La reflexología es una terapia alternativa popular. Promueve la relajación, mejora la circulación, reduce el dolor, alivia los pies cansados, y favorece la cicatrización total. Reflexología también se utiliza para el cuidado post-operatorio o paliativo. Un estudio publicado en la revista de la Sociedad Americana del Cáncer descubrió que un tercio de los pacientes con cáncer utilizan la reflexología como una terapia complementaria.
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